La cancelación de los programas de asilo humanitario por parte del Presidente Donald Trump ha provocado una crisis migratoria inesperada: cientos de migrantes han comenzado a abandonar los albergues fronterizos para regresar a sus países de origen, con la esperanza de que la política estadounidense cambie en el futuro.

En la casa para migrantes Senda de Vida, la más importante de Reynosa, se reportó que muchos extranjeros están solicitando ser trasladados a la frontera sur de México para cruzar de vuelta a Centroamérica. “Se fueron como 80 para Villahermosa y Tapachula”, reveló una fuente del albergue. “Migración los llevó de manera voluntaria para regresar a sus países”.

Los albergues de Reynosa, Matamoros, Saltillo y Piedras Negras, que hasta hace unos meses estaban abarrotados de personas esperando cruzar a Estados Unidos a través de la aplicación móvil CBP One, han quedado semivacíos tras la cancelación del programa. Ante la incertidumbre y el endurecimiento de las políticas migratorias, muchos han optado por desplazarse a ciudades del interior de México, como Monterrey y Ciudad de México, en busca de seguridad y oportunidades laborales. Sin embargo, otros han decidido regresar a sus naciones, resignados a esperar desde casa un posible cambio en las políticas migratorias estadounidenses.

“Vimos que se fueron muchos, se fueron llenas tres camionetas”, relató una mexicana proveniente de Guerrero, quien también se encuentra en Senda de Vida. “Los dejan en Villahermosa y de ahí se cruzan para regresar a Centroamérica“.

El fenómeno no es exclusivo de Reynosa. En Matamoros, incluso migrantes que ya residían en Estados Unidos han cruzado de regreso a México para solicitar transporte hacia sus países de origen, temerosos de ser arrestados en las redadas anunciadas por el gobierno de Trump.

Esta ola de desilusión marca un nuevo capítulo en la crisis migratoria que vive la región. Para miles de personas que un día soñaron con un futuro en Estados Unidos, la frontera norte de México ha dejado de ser una esperanza y se ha convertido en un punto de retorno.