La quema de esquilmo provocó un incendio que afectó 8 hectáreas en Irapuato, lo que generó un llamado urgente de las autoridades para evitar esta práctica irresponsable.

La presidenta municipal de Irapuato, Lorena Alfaro García, confirmó que el siniestro está controlado al 95%, mientras que los trabajos para extinguir por completo el fuego continúan. El incendio se registró el 11 de marzo en un predio dedicado al procesamiento de residuos especiales, ubicado en la salida a León.

Coordinación efectiva ante el incendio

Alfaro García agradeció la rápida acción de los cuerpos de emergencia locales y de municipios vecinos, así como el respaldo de corporaciones estatales y la participación ciudadana.

“Este hecho lamentable debe invitarnos a la reflexión. La temporada de calor apenas inicia y la quema de esquilmo se presenta con frecuencia. Es una práctica irresponsable que pone en riesgo vidas y el medio ambiente”, enfatizó Alfaro García.

Daños y acciones para sofocar el fuego 

El secretario de Seguridad Ciudadana, Ricardo Benavides Hernández, informó que para controlar el incendio se utilizaron 820 mil litros de agua. Se brindó atención prehospitalaria a seis elementos de Bomberos y Protección Civil, quienes recibieron oxigenoterapia por intoxicación leve.

El siniestro afectó un total de 8 hectáreas, aunque gracias a la rápida intervención se logró rescatar animales de granja y domésticos, quienes fueron atendidos por veterinarios.

Evitar quema de esquilmo, impacto ambiental y acciones futuras 

Por su parte, el director de Sustentabilidad, Gonzalo Guerrero Guerrero, aseguró que el incidente no representa riesgo para la salud pública. No obstante, se llevará a cabo un análisis ambiental para determinar el impacto total causado por el incendio.

Las autoridades destacaron el apoyo de elementos de Bomberos de Valle de Santiago, Salamanca, Abasolo, Pénjamo, la Asociación Estatal de Bomberos, la Guardia Nacional, la Comisión Federal de Electricidad, así como empresas y la ciudadanía en general.

La alcaldesa hizo un llamado enérgico para que la población evite la quema de esquilmo y adopte prácticas responsables para prevenir incendios.